La Mayora Violeta Aguirre invita a recoger las ofrendas, para la extensión del Reino de Dios en la Tierra.
Finalizando se entonó el himno "Firmes y Adelante" , himno que da un empuje, fuerza y alegría de ser cristianos en la seguridad de que Nuestro Señor nos guía, reconforta y ampara.
Se pasa a otro salón para compartir un refrigerio pudiendo así confraternizar, conocernos, presentarnos y reconocernos.
Concluyó la reunión alrededor de las 21:00 horas.
jueves, 19 de marzo de 2009
Ser cristianos supone riesgo y radicalidad, como lo demuestra Gwen en el conmovedor testimonio que está en el folleto que ustedes tienen, ( otra vez más fueron mujeres las que tomaron la delantera en la tarea de ser instrumentos de unidad, de diálogo y de entendimiento), pero es evidente que si vos y yo , nos decidiéramos a vivir así, el resultado sería que también nuestra sociedad argentina acercaría un poco más sus diferencias y desigualdades.
Jesús mismo lo había pedido antes de morir. Jesús dice a Su Padre: "Padre Santo, cuídalos con el Poder de Tu Nombre, para que estén completamente unidos como tú y yo".
Y por lo pronto lo que tenemos que hacer es orar, y ésto es lo que estamos haciendo, junto con miles de mujeres y también hombres que en distintas partes del mundo se unen en oración en esta jornada. Y no es poca cosa. Orar juntos es lo que podemos hacer ahora y aquí para abonar una tierra compartida en la que esperamos que siga creciendo la diversidad y se escuche siempre la sinfonía de todos los matices. Amén
SÍNTESIS DEL MENSAJE DEL PASTOR ALBERTSEN:
Una estrofa de un himno danés, dice mas o menos así: que cuando no hacemos otra cosa, cuando no nos ocupan otras cosas, que nuestros propios asuntos; entonces se perturba la paz, nuestra propia paz y la paz de los demás.
La unidad no es algo que se pueda dar por sentado, hay que construirla y siempre es una prioridad. Es lo que nos enseñan las mujeres papúes. La enorme cantidad de idiomas, de culturas y tradiciones que deben convivir en el paisaje accidentado de ese país de Oceanía que incluye cientos de islas, obligan a que la unidad sea un requisito, para su existencia como nación. Y esta dificultad y desafío de ser unidad que tienen los papúes, es evidentemente un problema que se tiene un muchas partes del mundo - la crisis está poniendo a prueba la fortaleza de esa unidad, justo en estos días - y también es una dificultad en nuestra querida Argentina.
La posición que predomina en nuestra sociedad es que no hay "todos" , sino que cada uno tiene que defender lo suyo; es más algunos tienen empatía por la causa del "otro" , pero dejando en claro que no es "su causa".
Una estrofa de un himno danés, dice mas o menos así: que cuando no hacemos otra cosa, cuando no nos ocupan otras cosas, que nuestros propios asuntos; entonces se perturba la paz, nuestra propia paz y la paz de los demás.
La unidad no es algo que se pueda dar por sentado, hay que construirla y siempre es una prioridad. Es lo que nos enseñan las mujeres papúes. La enorme cantidad de idiomas, de culturas y tradiciones que deben convivir en el paisaje accidentado de ese país de Oceanía que incluye cientos de islas, obligan a que la unidad sea un requisito, para su existencia como nación. Y esta dificultad y desafío de ser unidad que tienen los papúes, es evidentemente un problema que se tiene un muchas partes del mundo - la crisis está poniendo a prueba la fortaleza de esa unidad, justo en estos días - y también es una dificultad en nuestra querida Argentina.
La posición que predomina en nuestra sociedad es que no hay "todos" , sino que cada uno tiene que defender lo suyo; es más algunos tienen empatía por la causa del "otro" , pero dejando en claro que no es "su causa".
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